martes, 25 de marzo de 2008

EVALUACION 5

UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL
UNIDAD 281 VICTORIA


MAESTRIA EN INNOVACION EDUCATIVA

CURSO: EVALUACION EDUCATIVA

ACTIVIDAD: REPORTE DE LECTURA: EVALUACION; CONCEPTO TIPOLOGIA Y OBJETOS.


ASESOR:
MTRA. FRANCISCA ALEIDA CASTAÑEDA QUIROGA


ALUMNO:
PROFR. JOSE FRUCTUOSO ORNELAS HERNANDEZ













El hablar de evaluación se ha ido transformando y ha ido incorporando nuevos elementos a su definición según se ha profundizado en su sentido, sus aplicaciones y las virtualidades que ofrece en los diferentes ámbitos de aplicación, que también han quedado señalados.

La evaluación de los aprendizajes que alcanza el alumnado ha variado con el paso del tiempo. Desde sus comienzos, la evaluación aparece influida por su procedencia del campo empresarial, al igual que los empresarios miden cuantitativamente los resultados de su producción, en el campo educativo se pretendió medir el proceso del alumnado cuantificando lo aprendido, durante muchos años lo que se intente al evaluar es medir la c cantidad de conocimiento dominado por los alumnos. La aparición de los Tes. y las escalas graduadas y las escalas graduadas a principios del presente siglo. Pedagogos prestigiados y con una absoluta profesionalidad y categoría educativa, adoptan durante largo tiempo este concepto.

La evaluación ha sido interpretada como sinónimo de medidas durante el más largo periodo de la historia pedagógica y es en los tiempos actuales cuando esta variando su concepción, en función d los avances que experimentan las ciencias humanas, las concepciones diferentes que se poseen en relación con la formación de la persona. En la actualidad se hace presente una divergencia entre los conceptos de evaluación que se manejan a nivel teórico y ala practica real en las aulas. Buena parte de los profesionales que nos dedicamos a ala educaron estamos de acuerdo en la necesidad de incorporar a los procesos de enseñanza un modelo de evaluación cualitativo que sea capaz de ofrecer datos enriquecedores acerca del desarrollo del alumnado y no solo de los resultados que obtienen a trabes de los medios no precisamente muy fiables.

El problema de su incorporación al quehacer en el aula proviene precisamente, de que no supone solo adoptar un nuevo concepto de evaluación, estar de acuerdo con el en un plano meramente intelectual, sino que implica cambiar practicas que se llevan a cabo en las aulas e invertir, en muchos, casos sus valores.
Definiciones de evaluación:
La evaluación aplicada a la enseñanza y el aprendizaje consiste en un proceso sistemático y riguroso de obtención de datos, incorporado al proceso educativo desde sus comienzo, de manera que sea posible disponer de información continua y significativa para conocer la situación, formar juicios de valor con respecto a ella y tomar las decisiones adecuadas para proseguir la actividad educativa mejorándola progresivamente.

La evaluación conceptualizada e un modo más general se podría definir como una obtención de información rigurosa y sistemática para contar con datos validos y fiables acerca de una situación con objeto de formar y emitir un juicio de valor con respecto a ella. Estas valoraciones permitirán tomar las decisiones consecuentes en orden a corregir o mejorar la situación evaluada.


El concepto de evaluación del que se parta condiciona el modelo de desarrollo de la misma, pues si su meta y su funcionalidad son eminentemente formativas, todos los pasos que se den para ponerla en practica deben serlo igualmente, si la finalidad de la evaluación es sumativa, tanto en el planteamiento inicial como las técnicas e instrumentos utilizados deberán ser validos y útiles para permitir valorar los productos o resultados que se evalúan.
El modelo de evaluación al que nos referimos es fundamentalmente cualitativo y formativo, que es el que consideramos valido y adecuado para evaluar los procesos de formación humana y de cualquier situación en la que el ser humano sea prioritario.

Pero si estamos empeñados en que cambie (para mejor sentido) la imagen y el sentido de la evaluación, la clave esta en:
a) Detectar el error de aprendizaje en el momento en que se produce.
b) En consecuencia, ese error detectado no tiene efectos sancionadores, puesto que de el nos e deriva una “calificación.”



Si hacemos alusión a la autoevaluación de la práctica docente, hay que insistir en la necesidad de evaluar lo positivo por delante de lo negativo. Un ejemplo: si durante el desarrollo de una unidad didáctica se detecta que ciertas actividades no son bien aceptadas por el alumnado el único dato que nos aporta esta valoración es que debemos cambiarla.

En definitiva, el cambio de imagen de la evaluación debe ser la consecuencia de su cambio real de su contenido y funcionalidad con la que se aplica.

Todo proceso evaluador debe seguir unas fases que lo caracterizan y, sin las cuales, no se puede hablar de evaluación en sentido estricto. Estas fases se concretan en:
a) Recopilación de datos con rigor y sistematicidad.
b) Análisis de información obtenido
c) Formulación de conclusiones
d) Establecimiento de un juicio de valor acerca del objeto evaluado.
e) Adopción de medidas para continuar la actuación correctamente.
Lo característico de la investigación es partir de una hipótesis de trabajo que, mediante el estudio posterior, se ratifica o se desestima; por lo tanto, su función finaliza con un informe descriptivo. La evaluación por su parte, no arranca de una hipótesis previa, sino de la decisión de evaluar determinados objetos, procesos situaciones.

Popham, W.J. (1980, 20-22) establece las deferencias entre investigación y evaluación educativas, fundamentalmente, en tres, cuestiones:

Definición del problema: “los investigadores tienden a enfocar sus trabajos con vistas a derivar conclusiones, y los evaluadores tratan de plantearse los temas con vistas a posibilitar mejores decisiones”

Posibilidad de generalizar los resultados: “un resultado ideal para una investigación serian aquellos descubrimientos que pudieran ser generalizados a una amplia variedad de situaciones comparables, la evaluación por el contrario se adentra en un fenómeno educativo en particular.

Papel de la valoración en la investigación: el evaluador esta obligado a valorar un fenómeno educativo para poder tomar una decisión. Los investigadores por su parte buscan la verdad científica.

Topología de la evaluación:
La evaluación según su funcionalidad: algunos autores distinguen un buen número de finalidades que es posible alcanzar mediante su aplicación, y que de acuerdo con ellas determinan para la evaluación funciones tales como la predicativa, de regulación, formativa, prospectiva, de control de calidad, descriptiva de verificación, de desarrollo, etc.


Función sumativa de la evaluación: Resulta apropiada para la valoración de productos o procesos que se consideran terminados, con realizaciones o consecuciones concretas y valorables. Su finalidad es determinar el valor de ese producto final, decidir si el resultado es positivo o negativo, si es valido para lo que se ha hecho o resulta inútil y hay que desecharlo.

Función formativa de la evaluación: la evaluación con funcionalidad formativa se utiliza en la valoración de procesos y supone, por lo tanto la obtención rigurosa de datos a lo largo de ese mismo proceso, de modo que en todo momento se posea el conocimiento apropiado de la situación evaluada que permita tomar decisiones necesarias de forma inmediata.

La evaluación según su nomotipo: el nomotipo es el referente que tomamos para evaluar un objeto/sujeto.

Evaluación nomotética: dentro de la evaluación nomotética podemos distinguir dos tipos de referentes externos, que nos llevan a considerar la evaluación normativa y la evaluación criterial.

La evaluación normativa: supone la valoración de un sujeto en función del nivel del grupo en el que se halla integrado.

La evaluación criterial: precisamente, intenta corregir el fallo que plantea la evaluación normativa, y propone la fijación de unos criterios externos, bien formulados, concretos, claros para poder proceder a evaluar un aprendizaje tomado como punto de referencia el criterio marcado y/o las fases en que este se haya podido desglosar.

Evaluación ideográfica:
Cuando el referente evaluador son las capacidades que el alumno posee y sus posibilidades de desarrollo en función de sus circunstancias particulares, es decir, un referente absolutamente interno a la propia persona evaluada, la evaluación se denomina ideográfica.

La evaluación según su temporalización:
De acuerdo con los momentos en que se aplique la evaluación esta puede ser inicial, procesual o final.

Evaluación inicial: es aquella que se aplica al comienzo del proceso evaluador, en nuestro caso referido a la enseñanza y aprendizaje. De esta forma se detecta la situación de partida de los sujetos que posteriormente van a seguir su formación.

Evaluación procesual: es aquella que consiste en la valoración continua del aprendizaje del alumnado y de la enseñanza del profesor, mediante la obtención sistemática de datos, análisis de los mismos y toma de decisiones oportuna mientras tiene lugar el propio proceso.

Evaluación final: es aquella que se realiza al terminar un proceso en nuestro caso, de enseñanza y aprendizaje aunque este sea parcial, puede estar referida al fin de un ciclo, curso o etapa educativa, supone un momento de reflexión en torno a lo alcanzado después de un plazo establecido.

La evaluación según sus agentes: de acuerdo con las personas que en cada caso realizan la evaluación, se dan procesos de autoevaluación, coevalaución y heteroevaluación.


La autoevaluación: se produce cuando el sujeto evalúa sus propias actitudes. Es un tipo de evaluación que toda persona realiza de forma permanente a lo largo de su vida, ya que continuamente se toman decisiones en función de la valoración positiva o negativa de una actuación específica, una relación tenida, un trabajo llevado a cabo.


Coevalaución: consiste en la evaluación mutua, conjunta de una actividad o un trabajo determinado realizado entre varias. En este caso, tras la práctica de una serie de actividades o al finalizar una unidad didáctica, alumnos y profesor o profesores pueden evaluar ciertos aspectos que resulte interesante destacar.


Heteroevaluación: consiste en la evaluación que realiza una persona sobre otra: su trabajo, su actuación, su rendimiento, etc. Es la evaluación que habitualmente lleva a cabo el profesor con los alumnos y, a cuto proceso se dirigen principalmente las paginas de esta obra.





Objetivos de la evaluación:
Los objetivos que permite perseguir la aplicación de un modelo evaluador cualitativo formativo y continuo, adaptado convenientemente a los procesos de enseñanza y aprendizaje, no se limitan ya comprobar lo aprendido por el alumno cada cierto tiempo, sino que amplían sus expectativas y posibilidades y que cubren un campotas extenso, mas completo, pues la evaluación se incorpora, desde el principio, al camino del aprender y enseñar, y ofrece, en consecuencia mayores aportaciones y apoyos al conjunto del proceso que transcurre.

3 comentarios:

Elizabeth Ordorica dijo...

Muy completo tu blog..felicidades...te invito a que visites el mio en

http://mejorandolaevaluacion.blogspot.com

Titi Ordorica

michifuz dijo...

Tu blog es uno de los más completos. Te felicito por tus comentarios, con muy buenas ideas y aportaciones. El mejor de todos.

Dora Alicia dijo...

José, muy bonito tu blog, se nota que te gusta tu trabajo ya que asi lo reflejas en tu blog.
Felicidades